Entro a paso lento, a esta catedral de oraciones
Sintiendo el peso de las culpas que deambulan sin rumbo
El espacio es enorme, los cielos parecen eternos
Aquel olor que rememora antigüedad, se apodera del ambiente.
Maderas añosas esperan ser el sostén de los presentes
Ancianas encorvadas dejan caer sus huesos en las reposeras
El as de luz que atraviesa la oscuridad
Finge pasar desapercibido.
La sola presencia del crucifijo
Hace callar a las palomas presentes
Mientras las velas derraman su esencia
Dejando el rastro de amargas soledades.
Y el órgano imponente
Surge de improviso con tonos graves
Azotando al silente que camina por los techos
Buscando al rechoncho maestro, para que empiece la ceremonia.
Aquel aparece como gran señor de los tiempos
Dejando una estela de incienso fuerte y penetrante
La genuflexión correspondiente hace de inicio
Cuando la puerta se cierra sin tener retorno.
TELEVISION
Hace 15 años