sábado, 30 de agosto de 2008

Olvidar, es morir estando vivo

El grito desgarrador se escucha desde lejos
Es una sinfonía cruel que no termina en los oídos de la montaña
Que los amplifica y van de a poco infringiendo heridas profundas
En corazones atestados de recuerdos y bondades.

Se huele la tristeza en la cercanía del lugar
Donde antes había tranquilidad y alegría
Ahora hay nubes recargadas que explotan al más mínimo contacto
No queriendo desaparecer de la memoria de muchos inocentes
Que esperan un abrazo de consuelo entre las palabras que fluyen sin rumbo.

Es la pérdida, un sentimiento difícil de llevar, de asumir y de tragar
Es comer migas con espinas que pasan por la garganta
Dejando heridas que sanan con el tiempo
Pero que quedan guardadas para siempre.

Son los momentos, los que reviven el dolor
Los olores los que avivan la memoria
Las canciones que recuerdan a personas
Y las fechas las que recalcan una y otra vez, que el tiempo no tiene descanso.

El sentimiento mismo de la pérdida,
El dolor mas grande ante situaciones incomprensibles,
El deseo de volver el tiempo atrás,
La necesidad de atribuir a lo desconocido las causas de una tragedia,
Mantener la vida normal,
Volver a la rutina,
Caminar por el mismo camino de siempre,
Volver a reírse de los chistes,
Bailar en los mismos lugares,
Comprar lo de siempre,
Sentarse a conversar,
Abrir la ventana y respirar el aire ,
Es lo que tiene que pasar, lo de siempre como siempre,
Pero sin aquella persona, que aunque digan que era lo que tenía que pasar,
Al sentarme en la mesa sigue estando su silla vacía,
Esperando el día en que no me fije si esta vacía u ocupada,
Será entonces cuando el olvido haga mitigar el recuerdo,
Y al olvidar morirá para siempre, no solo el sentido ni el verdadero recuerdo
Será olvido, será morir, es morir estando vivo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buen escrito! me ha encantado de veras! te felicito de todo corazon
saludos y suerte!

Agustín Benaprés dijo...

Muchas gracias...me alegro te haya gustado.
Saludos